viernes, 21 de noviembre de 2008

TITULO 1: Blade Runner (PARTE 1)



"¿Sueñan los Androides con obejas electricas?"
Una película que me gusta principalmente como guión, por su argumento. No por como está hecha, principalmente por reticencias contra el cine hollywoodense y a ese actor que me cuesta distanciarlo de la imagen de Han Solo o del aventurero Jones.
Hoy amanecí siendo un pseudofilósofo existencialista y es él quien escribe. Dividiré el comentario en tres partes debido a su extensión
Consideraré que usted ya la ha visto así que no procederé a narrar las imágenes que vi y los sonidos que escuché. Como en toda (ciencia) ficción lo que se está contando es parte de la realidad pero reflejada y distorsionada como en los sueños, poseyendo significados conectado de manera poco evidente con nuestro mundo no ficcional. Y en realidad, la tragedia del replicante es la tragedia del hombre...

Los replicantes, “más humanos que los humanos”
Los replicantes son creaciones biomecánicas, casi iguales a los humanos tanto externa como internamente. Los replicantes del filme demuestran que pueden sangrar, ingerir alimentos y/o bebidas, así como también dormir. Los cuerpos de los replicantes son capaces de generar emociones humanas, como si estas estuvieran incorporadas a la vida en forma de genes. ¿Será que el cuerpo es capaz de generar emociones como si estuvieran incorporados a la vida como un gen más?

La incorporación de un pasado, la memoria
Hay un hecho significativo que diferencia a la última generación de replicantes, los llamados Nexus 6, al que pertenecía el replicante sobre el cual centra el drama, Roy. Se les “otorgó” la capacidad de almacenar recuerdos. Esto se produjo, según Tyrell, el ideólogo y creador de la mente de los Replicantes, debido al riesgo que producía la inestabilidad emocional generada por la poca madures que poseían para controlar sus emociones. Los implantes de recuerdos pretendían amortizar dicha inestabilidad existencial sobre la base de un pasado que entregue una respuesta, en forma de imágenes (pues los recuerdos pueden definirse como representaciones de algo que no existe en la realidad física que constituye el presente). Por eso el apego a las fotografías, expresión viva y material que amortiza los sentimientos, pero solo en parte... El efecto de esto fue contrario. Los recuerdos producen nuevos sentimientos desencadenados de los otros, tales como la nostalgia hacia el pasado y el deseo hacia el futuro. Como dijo Gustave Flaubert ,escritor francés, “Los recuerdos no pueblan nuestra soledad, como suele decirse; antes al contrario, la hacen más profunda"

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